
danza contemporánea
No tengo ningún recuerdo de mi vida en el que la danza no haya estado presente.
Nací en Madrid, en una familia de artistas.
De madre cantante, padre fotógrafo y hermana actriz he crecido rodeada por las artes
escénicas, la música, el cine y el teatro.
No era difícil suponer que yo también me subiría al barco cuando tuviese uso de razón.
A los 6 años de edad me dí cuenta de lo mucho que me gustaba bailar y mis padres me
llevaban a diferentes escuelas de danza después del colegio.
Poco tiempo tardé en darme cuenta de que había encontrado mi verdadera vocación en la
danza (y no en la química y la arqueología como pensaba...).
Esta vocación cada vez ha sido mas fuerte y clara, y a día de hoy, llegando a la treintena,
puedo decir orgullosa que no concibo mi vida sin la danza.
Comencé haciendo danza clásica en Carmen Senra.
Queriendo probar mas lenguajes, cambié el rumbo hacia el hip-hop, el funky y la danza moderna con Leslie Feliciano,y posteriormente
con Charlie Hussey.
Y así es como empecé a bailar...


Por el momento, lo único que tenía claro era que la danza iba a formar parte de mi vida, pues no tenía sentido que fuese de otra manera.
Tras esta revelación entré en la escuela de Artes Escénicas de Carmen Roche y descubrí, a través de Iris Muñoz y Carolina Bluchart, la danza contemporánea.
Entonces supe que había encontrado mi manera de expresar.
En 2003 entré en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, donde realicé mi formación profesional con maestros como Christine Tanguay, Pedro Berdäyes, Jose Reches, Gloria García, Oscar Lozano y Angie Pasiezcmik, estudiando técnicas como el Release, Graham, clásico o yoga.
Acabé la carrera en 2009 recibiendo el Premio Extraordinario de fin de carrera “Virginia Valero”.
Por el camino, he recibido clases y cursos de otros coreógrafos y maestros nacionales e internacionales como como Michelle Man, Francesc Bravo, Lawrence Demayer, Cristiane Boullosa, Alain Gruttadauria (CIA La Licome), Terry Nichols (Random Dance), Eduardo Torroja (Wim Vandekeybus), Nicolás Rambaud, José Sánchez (Tai-Chi), Enrique Cabrera (Cia Aracaladanza), entre otros.
No obstante, considero que el bailarín (al igual que cualquier artista) debe estar siempre en constante formación, entrenamiento, crecimiento y desarrollo creativo.
Es por esto, que deseo seguir disfrutando y aprendiendo cada día del maravilloso arte de la danza.